Por dos causas femeninas se originó el tema central de este hitó importante que tiene como protagonista a mi… mamá, y victima el narrador.
La primera causa transcurrió en el folclor familiar de la sala, cocina y cuarto de estudio; donde quise poner en estado de incertidumbre y llevarle la contraria a la señora de la casa una mañana con la siguiente afirmación: - ¡Ma, el arroz con leche es un derivado de la leche¡ El silencio se apodero de la casa a tal punto que la olla presión dejó de pitar, el televisor automáticamente se congeló, Simón (en los momentos que se necesita se duerme) se metió debajo de la cama, los campesinos pintados en los cuadros que decoran la sala se escondieron en los árboles, creó que el comentario al aire decretó un toque de queda del cual estaba condenado.
Con una anticipación sutil y temprana, alcance a intervenir antes que el mar de experiencia y regaños se pronunciara, metí la cucharada: - Antes que digas lo que digas, me opongo. Eso bastó para desencadenar la segunda razón femenina, pues he aprendido en la vida a defender los argumentos utilizando una frase solemne “si no sabes, confunde” de David Ricardo Barajas (los lectores sabrán que es mi abogado alcahuete, defensor y triunfador del caso Comfenalco) y si para mí, el arroz con leche es derivado de la leche… en ese momento lo tenía que sostener a plato y cuchara; sin embargo la experiencia gastronómica de mi mamá contenía diplomados, maestrías y doctorados que comprobaban lo contrario; entre tanto cada quién exponía lo suyo y cada quien hablaba victorioso, mas faltaba un jurado o juez que diera el dictamen final (ni el procurador general de la nación se atrevería a litigar con cualquier mujer que cree tener la verdad y nada más que la verdad abrazada con la razón) pero en un rincón del cuarto de estudio estaba la solución, la respuesta, el computador.
Aquí es donde nace la verdadera narración, el verdadero suceso que cambio la historia de las redes sociales. De una forma válida manipule el computador (escribí unas líneas en Word, con título en negrilla arial 18, las cuales decían que los derivados de la vaca eran la leche, el yogurt, el queso, la mantequilla, leche en polvo, condensada, leche pasteurizada y con sabores, las vacas que vuelan y las vacas arrozudas que proporcionaban el arroz con leche) abriendo el documento gane categóricamente la contienda, celebrando con Simón y los campesinos que por fin bajaron del árbol, dejando sentada a mi mamá frente a la pantalla del mencionado. Con el almuerzo prácticamente hecho, rumoró: - Esta ventanita ¿para qué es?
Se refería al logotipo de MSN Live, ustedes ya se imaginaran la serie de preguntas que me formuló, con respuestas de estimulo práctico, lo cual me llevó a tomarle la mano para que diera doble clic derecho al logo y así poderlo abrir. Después de mil intentos por dar dos clics seguidos, abrió la ventana para que ingresara al mundo cibernético por medio de un correo electrónico que me hizo crearle (sé la clave del correo de mi mamá). Me faltó poco para ser certificado por el Sena en enseñanza básica de productos chateadores, a los pocos días y siendo yo el único en su lista de contactos, lúdicamente me enviaba a la sala de internet más cercana para poder mantener una conversación en el MSN con su ahora hijo virtual y así poder contarles a las vecinas la novedad del momento.
Mientras uno le da las manos al poco tiempo te dejan botado, las mañanas para ella transcurrían en su nueva oficina, con su nueva herramienta, el computador, desde donde operaba digitalmente los oficios de la casa, oprimiendo fuertemente el teclado (así se reteñían más las letras) cuando dialogaba con sus nuevos contactos, no necesitaba más de mi asesoría, ya mantenía sola el dominio básico de prender, cargar, doble clic al logotipo, correo, contraseña y aceptar.
Al poco tiempo me di cuenta que fui desplazado de la sala de estudio, ahora mi alumna monopolizó sin ningún chance de negociar el préstamo del computador, con oh sorpresa que en un abrir y cerrar de ojos creó su propia cuenta de facebook (tuvo el atrevimiento de agregar a mis conocidos). La enseñanza fue de doble filo, por un lado la satisfacción de ver manipular y enviar zumbidos a la mamá de uno no tiene precio (es una historia para contar a los nietos) y por el otro lado, en la sala de la casa me hice amigo de las mejores amigas de mi mamá que estaban reunidas en la mesa central para que ella siquiera les prestara un poco de atención, las tres mejores amigas de mi mamá son: una tal J-èsika, la señora Yanbal y la señorita Avon (aunque no encajaron muy bien conmigo por asuntos de crédito).
Ahora estoy sentado en el sofá ignorando las miradas tentadoras de las amigas de mamá y tratando de comprar un portátil para no regar la sopa de arroz con leche, todo por estar de web – on.
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