Final de temporada

Final de temporada
POR MIS PENSAMIENTOS SINDICALISTAS CONCLUIMOS LA PRIMERA TEMPORADA

13 de enero de 2014

¿HUS O UCC? Salud mental

Dado que tenía cita médica en el antiguo hospital González Valencia en horas de la mañana, me dirigí hasta allí en bus para no llegar tarde y no recurrir a la multa aplicada. Al llegar a la carrera 32 me encontré con un par de edificios altos y de color blanco, con tan mala ubicación posicional que dude en cuál era el edificio de mi destino. Sin pensarlo dos veces ingrese por la puerta principal donde un vigilante con extrañeza me observo mas me dejo seguir sin novedad. Lo normal era la cantidad de enfermeras sentadas en las escaleras del patio principal esperando su turno de atención, los médicos tenían uniforme verde y algunos sus batas comunes. Consternado por la desubicación opte por la pregunta necesaria y me acerque hasta el ascensor donde un señor en una silla me ubico de inmediato, - Lo que usted está buscando es en el quinto piso. Inmediatamente la manada me llevo hasta allí, los pacientes de este edificio por lo visto eran muy jóvenes, los pabellones estaban completos de practicantes de medicina, los consultorios eran enormes y con más sillas que camillas, que cosa tan rara. Mirando el papel donde tenía escrito el número de consultorio, el nombre de la doctora y la hora, coincidió que ingrese a donde un letrero me guio: Facultad de medicina. Casi que llego tarde, me reporte con la secretaria y  muy amable me dijo: - Los cupos de atención acá se agotaron, pero si desea lo pueden atender en despacho de la esquina. Como el tiempo premia y la gripa eterna agobia fui hasta donde me indicaron. La secretaria de este consultorio era más encantadora que ninguna otra, me entrego un formulario el cual diligencie y me paso al consultorio de inmediato con la doctora principal.

Era un consultorio diferente, creí hasta cierto punto que la doctora era muy académica pues en las paredes colgaban títulos por doquier. Con un estrechón de manos y sin darme oportunidad de darle mis síntomas, me dio la bienvenida, a lo que me asuste y sorprendí pues a simple ojo me diagnostico un grave padecimiento, me indico que me encontraba en la mejor institución para mejorar ese mal, que por cierto creí que era cognitivo, ya que inicio una ráfaga de preguntas de connotación escolar que abarco mi intelecto y sin menos esperarlo me remitió a unos exámenes que crei necesarios por la preocupación que me dejo la doctora.
Antes de presentar los exámenes, debía consignar una suma alta de dinero para poder realizarlos, sin escrúpulos y preocupado por mi estado de salud deposite el dinero en el banco más cercano y de nuevo me acerque al edificio para los mencionados. En hojas de color verde y blanco diligencie los exámenes y los entregue, me senté en la sala de espera y a la media hora con cara de asombro la doctora me interno por 5 años en este complejo.

Luego de cinco años internado, salí por la puerta principal mire hacia la derecha y observe que el hospital que estaba buscando hace tiempo estaba al lado del edificio en el cual me interne por cinco años, y el edificio que pensé que era el hospital era la Universidad Cooperativa de Colombia.


Las enfermeras eran de la facultad de enfermería, los médicos eran veterinarios.

Que buena equivocación.